Gastronomía de Jalisco
Los platillos de Jalisco comparten una de las mejores características del estado, su diversidad. Porque aquí, si quieres playa, hay playa. Si quieres bosque, hay bosque. Si quieres ciudad, hay ciudad. Si quieres pueblear, ¡Ni se diga! y pasa igual con la variedad gastronómica. Es fruto del mestizaje entre la cocina indígena nativa y de los productos traídos por los colonizadores hispanos. Además, la gastronomía de Jalisco tiene una fuerte huella precolombina, de arraigadas costumbres. No obstante, también deja ver la influencia de las colonias de migrantes que llegaron a su territorio de Francia y Reino Unido, por ejemplo.
Cuando visites Jalisco éstas son nuestras recomendaciones para degustar:
Tortas ahogadas.- Todo un clásico, que ahora se puede encontrar en varias partes del territorio nacional. Se prepara con pan birote, de interior firme y exterior crujiente. Está rellena de carnitas estilo Jalisco y va bañada por una salsa a base de chile de árbol de Yahualica. Otro ingrediente que no puede faltarle a la torta ahogada es la cebolla desflemada, la cual es hervida y reposada en limón. Según la leyenda tapatía, el plato lo inventó un jornalero hambriento, él improvisó una torta con lo que tenía a la mano y fue así como permaneció en el gusto de los comensales.
Birria.- Este plato se vincula con una
sobrepoblación de chivos, aunque últimamente también se emplea la carne de res,
de borrego y hasta de pescado, para prepararlo. En la receta original, la
carne de chivo es bañada con una salsa a base de chiles, aliños y
especias. Después se envuelve en hojas de maguey, se coloca en cuenco de
barro y se pone en un hoyo. Ésta es la cocción tradicional, sobre piedras
volcánicas calientes. Un método cada vez menos usado. El caldo que resulta de
la cocción es delicioso y sirve como salsa para comer, aunque puede ponerse
otro aderezo al servirse.
Pozole al estilo Jalisco.- Es uno de los platillos favoritos de los mexicanos, totalmente representativo de las fiestas patrias. La forma en que se prepara es más picosa y caldosa que en el resto del país. Su ingrediente principal es, sin embargo, el mismo: una variedad de maíz blanco llamada cacahuazintle. Usualmente lleva carne de puerco, aunque se han hecho otras versiones con pollo, camarones y hasta vegetarianos.
El Tejuino.- Es una bebida refrescante, hecha a base de
maíz germinado, se consume como agua de día para los tapatíos y se encuentra
por todos lados. Está endulzado con piloncillo y azúcar y se le pone
limón.
Tequila.- Si hay una bebida que ha hecho famoso a Jalisco
y a México, ese es el tequila. Un destilado de agave que ha
trascendido fronteras y que es el más reconocido de México a nivel
mundial.
Y si se te antoja un postre, Jalisco hace gala con dos,
principalmente:
La capirotada.- Se prepara a partir del pan tostado o el que se
ha puesto duro, el cual se corta en rodajas y se pone a cocer con trozos
frutales como plátano, pasas y guayaba. Se agregan, igualmente, nueces o
cacahuates y se cubre la preparación con un jarabe de piloncillo y queso rallado.
La jericaya.- Cuenta la leyenda que fue creada por una
monja del Hospicio Cabañas, en Guadalajara. La religiosa se propuso dar a
los chicos algo dulce y nutritivo, y preparó una especie de flan, mezclando
leche, huevos, azúcar y canela.
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