Gastronomía de Morelos
En el Estado de Morelos se respira una combinación de sabores que, entre cada municipio, te transporta a mundos de colores y sabores diferentes. Gracias a su excelente clima, el Estado de Morelos se ha dedicado principalmente a la actividad agricultora, produciendo uno de los mejores granos de arroz que puedas encontrar en el mercado, también muy aclamado a nivel mundial, el cual cuenta con Denominación de Origen desde febrero del 2012. Cada Estado se diferencia mucho por la manera de preparar y consumir alimentos, en el caso de Morelos, por ejemplo, hay mucha influencia de Estados vecinos y cercanos, el mole verde preparado en Morelos es muy parecido a como se hace en el Estado de Puebla, la cecina de Yecapixtla o Puente de Ixtla conlleva un parecido al tasajo producido en Chiapas y Oaxaca. Esta gran variedad de culturas más el clima (la cantidad de lluvia generada por las lluvias anuales se presta para la alta fertilidad de las tierras a lo largo de todo el Estado) permite casi todo el año buenos cultivos de maíz, frijol, calabaza, melón, ciruelos, limón, chile, arroz, entre otros.
Por otro lado, los conventos y monasterios fueron las principales estructuras donde se moldearon y marcaron las distintas culturas gastronómicas regionales. En Morelos, en cada municipio puedes apreciar platillos tan distintos uno del otro, pues la abundancia natural que existe desde épocas prehispánicas ha sido bien aprovechada para la actividad agrícola, prácticas y conocimientos que se han transmitido desde la Conquista y el Virreinato.
Algunos platillos de la comida típica que normalmente consumen los morelenses son: El Clemole, un caldillo de mole verde con carne de cerdo o chambarete de res, acompañado de elotes enteros. Las “pellizcadas” o sopecitos de salsa roja o verde con queso fresco, a modo de un antojito mexicano. La variedad de guisados que existen para los tradicionales Tacos acorazados es muy amplia, siendo el tradicional de milanesa empanizada con arroz rojo y salsa verde cruda, uno de los más populares.
El famoso itacate de Tepoztlán, es una especie de gordita de maíz con manteca en forma triangular que ya calientito, se rellena de algún guisado (requesón, chapulines, etc.) y se acompaña con un buen café de olla. El maíz blanco de Morelos es perfecto para preparar el tradicional pozole blanco; los guajes verdes son utilizados para preparar los Guaxmoli o Guaxmole, para estos, las semillas de la vaina son tostadas y molidas en un metate para formar una pasta que se diluye bien en fondo de ave y se sirve con piezas de cerdo.
Otras delicias representativas de Morelos son: los mixiotes de conejo, el pescado en salsa de ciruela, las ranas capeadas, los tamales de frijol camagua, de capulín, nopal o hasta mojarra; barbacoa de iguana, jumiles (insectos comestibles pero paradójicamente venerados por creer que provienen del inframundo y que son familiares difuntos que vienen de visita a este plano), adobo de puerco, tostaditas de tuétano, patas de pollo con crema o las albondigas con chicharrón.
Mención aparte es la cecina, con una técnica heredada por generaciones, la carne del lomo y la pierna de la res es destazada para después salarse y pasar por todo un proceso de secado. Posteriormente la carne se adereza con manteca para después refrigerarse.
Tradicionalmente, un plato de cecina se acompaña por nopales, cebollitas de cambray, guacamole y crema agria, aunque lo más rápido es pedirla en tacos con una buena salsa.
Algo que también sobresale en la gastronomía de Morelos son sus bebidas tradicionales, como El chorreado, una bebida fría, a base de chocolate cocido en leche con azúcar y yemas de huevo al que se agrega aguardiente de caña al gusto.
Y una bebida que puede encantar a los niños (y a los adultos si quieren “ponerle piquete”) es el tecui, parecida al ponche que tomamos durante navidad, mezcla de frutas como naranja, caña, manzana, pera, piña, guayaba y un toque de limón, endulzada con piloncillo.
Fuente de información
www.saborearte.com.mx
www.travelreport.mx
Comentarios
Publicar un comentario