Gastronomía de Hidalgo
La Gastronomía de
Hidalgo es valorada en todo el mundo por su gran variedad, que incluye
platillos de la cocina Huasteca como de origen inglés, pero también es
resultado del mestizaje de elementos indígenas y españoles. La base de esta
cocina es la milpa, en donde se siembra el maíz, el frijol, el chile y la
calabaza, pero particularmente en casi todo el territorio hidalguense los
productos derivados del maguey, son los que se combinan para producir una gran
cantidad de platillos.
Otros ingredientes
presentes en esta gastronomía son los insectos, las especias y la
carne.
Entre los platillos
típicos más representativos están: Los pastes: Su origen está en la
época Colonial cuando en Pachuca y Real del Monte, los mineros ingleses los
llevaban como aperitivo a sus jornadas de trabajo. La receta original es pasta
de hojaldre rellena con un guisado de papas, carne molida y perejil. Hoy en
día, los rellenos son dulces (arroz con leche, budín, piña, cajeta con nuez
entre otros) o salados (mole verde o rojo, hawaiano, frijol con chorizo entre
muchos otros).
Mixiotes: Si hay algo que caracteriza a las
llanuras hidalguenses son sus paisajes poblados de cultivos de maguey pulquero,
de cuyas pencas se extrae una película llamada <<mixiote>>, de ahí
el nombre a tan delicioso platillo. Esta película se rellena con un guisado que
puede ser carne de res, pollo o conejo en adobo y se envuelve para darle un
toque de sabor a maguey. Se cuecen al vapor en baño maría y se pueden servir
acompañados de arroz rojo.
Chinicuiles: Su nombre proviene de la lengua
náhuatl <<chilocuilin>> , que significa <<gusano de
chile>>, brotan debajo de los magueyes, después de las lluvias de otoño y
se pueden preparar fritos o tostados y disfrutar en tacos acompañados por una
salsa de molcajete, verde o roja.
Escamoles: Son huevecillos o larvas de hormiga
güijera, cuyos nidos están debajo de las nopaleras. Tienen un alto contenido
proteico y un sabor exquisito. Se pueden degustar en sopas, tamales, guisados
con nopales, huevos o chile, pero se recomienda probarlos con la menor
cantidad de ingredientes posible, para disfrutar su sabor característico.
Barbacoa: Este suculento platillo está hecho
con carne de borrego, res, venado o conejo cocida en horno de tierra y envuelta
en pencas de la planta de maguey, su preparación es herencia prehispánica.
Se acompaña con tortillas de masa azul recién hechas, el consomé con todos los
jugos que suelta la carne en su cocción e ingredientes como arroz, garbanzo y
especias. Un buen pulque o un curado de la región hacen el maridaje perfecto
para degustar este plato.
Zacahuil: Es un enorme tamal de uno o dos
metros de largo, elaborado con masa de maíz revuelta con manteca de cerdo,
sal, especias, chiles molidos, relleno con guisado de carne de res, cerdo,
pollo o guajolote.
Cualquiera que sea el
platillo que elijas para degustar, la gastronomía hidalguense es sinónimo de
consentir a tu paladar. No lo pienses y visita este hermoso estado.
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